Esta mañana, como todos los días, hemos ido a visitar nuestro aula de experimentos y nos hemos llevado una grata sorpresa. En la incubadora estaban esperándonos seis preciosos pollitos que acababan de nacer y que observaban, a través del cristal de su urna, el maravilloso mundo al que acababan de llegar.
Nosotros, por nuestra parte, tampoco éramos capaces de separarnos de ese mismo cristal y dejar de admirar el emocionante mundo que se abría ante nuestros ojos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario